Antes de la aparición del óleo, los artistas, pintaban con una técnica en la que mezclaban el color en polvo(pigmento) con cola ó clara de huevo, como consecuencia de esta técnica, los colores eran apagados y una vez secos, carecían de contrastes. Con la aparición del óleo, desdes Flandes a Italia
y España, la pintura fué adquiriendo un aspecto mucho más realista. Una buena muestra de esto, es el cuadro “La Inmaculada Concepción con dos clérigos jóvenes”, de Francisco de Zurbarán (Imagen de la izquierda). Este cuadro se encuentra en el Museu d’Art de Catalunya en Barcelona. Los colores luminosos proporcionan al cuadro un aspecto muy realista.
Considerado un pintor de imaginería (artista especializado en imágenes y estatuas) Zurbarán firmó un nuevo contrato en 1628 con el convento de Nuestra Señora de la Merced Calzada, y se instaló, con su familia y los miembros de su taller, en Sevilla. Pintó entonces el cuadro de San Serapio, uno de los mártires de la Orden de la Merced, muerto en 1240 tras haber sido torturado, probablemente por los piratas ingleses